Vicent Grimalt

Vicent no para. A Vicent lo paran. Lo paran en la calle y le preguntan, le piden, le comentan, le dicen. Y Vicent sabe que eso, pararse y escuchar, hablar, explicar por qué se ha hecho esto, por qué no se ha hecho lo otro, forma parte de su trabajo. Y bien a gusto que lo hace.

Seguramente lo habrás visto controlando cómo van los proyectos, a pie de obra. O paseando por las calles, haciendo fotos de lo que se puede y se debe solucionar y hablando con la gente.

Es el alcalde del pueblo, es “Vicent el de la farmàcia” para unos y es “Vicent l’alcalde” para otros.

Nosotros hemos querido tomar un café con él (rápido, que tiene mucha faena que hacer) y que lo puedas conocer mejor.

El alcalde de Dénia más votado de la historia. Eso, ¿cómo se come?

Pues como se come en Dénia: con una alegría tremenda. Y por supuesto, con la responsabilidad de tener la confianza de muchísima gente a la que tienes que responder. Hace cuatro años conseguimos los mejores resultados electorales de la democracia en Dénia. Señal de que algo hicimos bien. Y señal de que la ciudadanía no va a bajar el nivel de exigencia. Y para eso trabajamos.

 

Has lidiado con una pandemia mundial. Eso no te lo esperabas, ¿eh?

Una pandemia mundial, una guerra, dos temporales bestiales, una inflación que hace todo más difícil… pero no es excusa. Teníamos un programa y lo hemos cumplido en más del 95%. Es lo que tiene no prometer cosas que no puedes hacer. Y es lo que tiene un equipo increíble al que no hay nada que lo pare.

 

 

 

¿Cómo recuerdas esos momentos de pandemia?

Fue durísimo. Hemos perdido a mucha gente, hubo mucha confusión (a la que algunos/as se sumaron para hacerlo más difícil) y tuvimos que dar varios pasos adelante para que nadie se quedara atrás.

Por mi parte lo tenía muy claro: tenía que estar más accesible que nunca, aunque fuese desde casa y aunque no estuviese muy familiarizado con las tecnologías. Era muy importante dar la información más clara posible entre tanto caos y tanto bulo. Y eso hicimos.

Y teníamos que estar al lado, sobre todo, de los que más sufrían. Por eso se multiplicaron las ayudas, se trabajó muy muy duro con las organizaciones y empresas. Todos y todas arrimaron el hombro. Y demostramos que Dénia es imparable.

 

 

 

 

Parece que toda esa actividad a alguien le molesta.

Imagina llevar en política desde el siglo XX y presentarte ahora como el aire fresco. Huele a rancio desde la Creueta del Montgó. ¿Qué vas a decir? ¿Que todo lo que ella no hizo en años y años en el gobierno lo hemos hecho nosotros en solo dos legislaturas? Los que conocemos bien a esta gente sabemos que son capaces de mentir y de prometer cualquier cosa.

Nosotros no somos así: si decimos que haremos algo, es porque sabemos que se puede hacer y que lo vamos a hacer. Y si fallamos, lo aceptamos.

 

Espera, espera, ¿un político reconociendo que a veces falla?

Pues claro. Un político no, una persona, como cualquier otra. Que hace, que intenta hacer, que se rodea de gente capaz, con ganas y con ilusión. Y que no siempre acierta, faltaría más. Nos podrán decir lo que sea, pero no que no lo hemos dado todo, que no hemos trabajado sin parar y que no somos el equipo que ha transformado Dénia en una ciudad mucho mejor que hace 8 años.

 

Y seguís pensando que debemos ser Ciudad Universitaria.

Y de ahí no me bajas. Una ciudad universitaria es una ciudad que no depende solo del turismo. Pero que tiene gente todo el año. Una ciudad universitaria es una ciudad donde los jóvenes no se tienen que ir fuera a estudiar o trabajar. Una ciudad universitaria es una ciudad donde la cultura, el saber, el civismo, forma parte del día a día.

Una Dénia universitaria es una Dénia mejor. Ya hemos puesto la primera piedra, pero tenemos todas las que faltan a punto. En los próximos años será una realidad y eso sí que transformará por completo a la ciudad.

Hay quien prefiere seguir masificando Dénia y que sea imposible vivir aquí por el precio de la vivienda y del alquiler. Nosotros tenemos otro modelo de ciudad.

 

Durante estos cuatro años parece que el principal problema de Dénia ha sido la calle Campos.

 ¿Te acuerdas de los gritos? ¡La calle Campos morirá! ¡Cerrarán todos los negocios! Mírala. Una calle viva, llena de gente, donde vivir, convivir, pasear, comprar… el tiempo nos está dando la razón.

Si hasta el partido de la oposición ha montado su sede en ella. Si no hay gente y los comercios se van, ¿por qué montas tú la sede ahí si quieres que te vean?

Uno tiene que mirar por lo mejor para el pueblo y tener una visión a medio y largo plazo. Si solo piensas en el corto plazo es pan para hoy y hambre para mañana.

Hay que ser consecuente y hacer lo que es bueno para la mayoría, no trabajar para los intereses de unos pocos, que es lo que hace una parte de la oposición que (una vez más) se ha despertado de la siesta de mala gaita.

¿Por qué Dénia Sense Parar?

Y La Xara sense parar. Y Jesús Pobre sense parar. En los tres municipios hemos demostrado que estos años de confianza que nos ha dado la ciudadanía eran una prueba para ganárnosla de nuevo. Y hemos trabajado sin descanso. En educación, en cultura, en deporte, en turismo, en economía (que hemos reducido la deuda en 22 millones de euros, que se dice pronto), en solidaridad, en medio ambiente, en limpieza, en creación de plazas de aparcamiento gratuitas… Eso solo se consigue sense parar, ni para tomar aliento.

La ciudadanía sabe perfectamente quién ha estado al pie del cañón trabajando estos años y quién ha estado en el sofá viendo las cosas pasar y sin aportar.

 

Háblanos de tu equipo.

Equipazo. De verdad, equipazo. Una mezcla perfecta. Siempre decimos que hay que ir con el mejor equipo y el mejor programa y lo volvemos a conseguir. Además, las nuevas incorporaciones son gente que vino a colaborar en la confección del programa, que siempre lo hacemos participativo. Gente que vino con ideas, vio que eran bien recibidas, que vio que había ganas de trabajar y que se unieron al proyecto encantadas. Y yo solo tengo palabras de agradecimiento para los 21 que están y los 21 que estuvieron en las anteriores.

 

¿Crees que alguien habrá llegado hasta el final de la entrevista?

Creo que sí, claro. Creo que hay mucha gente que lee los programas antes de votar. Que hace balance de lo bueno y lo malo que se ha hecho. Que compara y que no compra medias verdades o directamente mentiras. Que sabe para quién trabaja cada uno, si para la ciudadanía o para los constructores. Creo que Dénia es una smart city, pero no porque tengamos tecnología, sino porque tenemos gente smart. Somos una ciudad que no para, que avanza, que está en ebullición. Y que eso nos hace imparables.

 

 

Gràcies, Vicent.

A vosaltres, ànims i sense parar!